"No son enfermos mentales. Si lo fueran, tendrían antecedentes de agresión a otras personas. (...) Y sin embargo, sólo descargan la violencia contra sus mujeres. (...)"

Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.

Mahatma Gandhi. 1869-1948. Político y pensador indio.


Nadie puede amar sus cadenas, aunque sean de oro puro.

John Heywood

jueves, 13 de enero de 2011

TRATAMIENTO


Los médicos que ven la violencia contra la mujer como una enfermedad suelen enviar al agresor (y a la víctima) a sesiones de psicoterapia individual o familiar y, si procede, a un tratamiento contra el alcoholismo. Pero, según Adams y otros expertos en este tema, los agresores no suelen ser enfermos mentales y no deberían acudir a sesiones de psicoterapia hasta que hayan pasado por un programa especialmente diseñado para ellos y hayan dejado de ser violentos.

"Además, no hay que suponer que cualquier profesional de la salud mental está mucho más capacitado para abordar la violencia doméstica que lo está un médico de familia para tratar a un paciente con cáncer", añade Adams. Según este experto, si el facultativo no está entrenado para este tipo de situaciones puede provocar más daño que beneficio.

No sería la primera vez que la comunidad biomédica consigue poner fin a un problema sanitario al que antes no se le había prestado ninguna atención: "En los años 30 fueron los médicos los que desvelaron que muchas de las personas heridas en los accidentes de automóvil estaban intoxicadas con alcohol. Gracias a esto, el número de accidentes de coche por estas causas ha disminuido y miles de vidas se han salvado", dice Brookoff. "Podemos tener el mismo impacto sobre la muerte y los daños físicos por violencia familiar si decidimos que es un problema de salud y no sólo social".

Myriam Lopez Blanco

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