Por:
Myriam Lopez Blanco
Según Adams, hay que estar alerta a una serie de palabras clave que los agresores suelen utilizar para hablar de su propia violencia ("pelea", "perder el control", "rabia", "defensa propia", "beber") o para hacer referencias despectivas a su mujer. El médico también puede hacer cierto tipo de preguntas como: ¿Qué pasa cuando se pelean? ¿Han llegado usted o su esposa a herirse en una pelea alguna vez? "La eficacia de estas preguntas es mayor si el tono empleado es de cariño y preocupación. No ha de ser acusador y hay que dejar claro que el médico está preocupado por la salud y el bienestar del paciente y de su familia", dice Adams.
Algunos médicos no se sienten cómodos haciendo este tipo de preguntas sobre violencia doméstica porque creen que molestarán a los pacientes. Sin embargo, muchos agresores se sienten culpables y preocupados por su problema y sienten alivio cuando se les pregunta sobre el tema. "Lo ideal sería que se formularan de manera rutinaria. Podrían incluirse en los cuestionarios médicos que hay que rellenar para registrarse en un centro de salud o en un hospital", dice Adams.
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